Cuándo empezar a aplicar la disciplina a los niños
La disciplina se puede aplicar a partir de los dos años de edad.
Ser madre o padre representa un cambio importante. Un cambio no solo para los padres
como también para el bebé. Ambos crecen, aprenden, tienen que superar dificultades. Por ello, el primer año del bebé es una etapa muy
especial y muy distinta a la del segundo año, cuando el pequeño ya
empieza a dar sus primeros pasos, a moverse con más autonomía y a querer probar
todo.
Ese es el momento en
que los padres deben empezar a poner límites y aplicar la disciplina a
los hijos.
Cómo aplicar disciplina a los niños
Cuando hablamos
de disciplina, la
primera palabra que nos viene a la cabeza es 'NO'. El empleo del 'no' también
debe tener límites, ya que el abuso de ésta, puede transformar
su verdadero sentido. Lo mejor, al principio, es utilizarla solo cuando exista
alguna situación de riesgo para el niño.
En entrevista a,
María Luisa Ferrerós, psicóloga infantil y autora del libro
'¡Castigado!', da algunas pautas para los padres de cómo y cuándo pueden aplicar
la disciplina y dar límites a los niños. El primer límite se impone en
cualquier situación que comprometa la seguridad y salud de los pequeños:
- La disciplina a los
niños y los límites deben entrar en escena al primer año de vida del
niño, cuando el pequeño empieza a caminar y a explorar todo
en su entorno, con más autonomía.
- Se debe poner límites al niño,
diciéndole NO: 'No toques, no subas, no bajes...'.
- Cada 'NO' que se
dice al niño debe ir acompañado de una cara seria. No
puede ser que le estén diciendo que 'no' y al mismo tiempo se estén rompiendo
de risa.
- Para un niño de un
añito, todo lo que le digamos o hagamos, es un juego. Un 'no' también puede ser
interpretado de esta manera. Basta que digamos que 'no' para que el niño vuelva
a insistir en lo que estaba haciendo y siga provocando. El niño tiene que
aprender a interpretar el “no” como un orden contrario a lo que está haciendo.
- El niño va probando,
va jugando con sus padres, pero cuando ve que ante la misma cosa o situación
responden de la misma manera, con un 'no' y cara seria, el niño al final dejará
de hacer lo que estaba haciendo. Las pataletas son un ejemplo de ello.
- Los niños aprenden
muy rápidamente a respetar los límites. Hay una serie de señales no
verbales e importantes que complementan al “no”: el tono, la firmeza y la
gravedad de la voz, la mirada fija, la cara seria o una actitud más firme. Son
claves en la aplicación de los límites.
- La seguridad de los padres a la hora de transmitir los límites y
la disciplina es también una de las bases positivas de su aplicación. Si los
padres están convencidos de que el niño no debe hacer eso o aquello, es decir,
saben el por qué lo prohíben y cuál es el objetivo, será más fácil para que el
niño reaccione de forma positiva.
- La única manera de
que al niño le llegue el mensaje de sus padres, es cuando le quede claro que son ellos el capitán del barco, los que
ponen las normas para su bien. Los padres deben sentirse como el timón y el
rumbo de sus hijos. El cambio de papeles puede llevar al barco a
experimentar grandes tormentas.
- El niño debe
saber la diferencia de lo que está y de lo que no está permitido hacer.
Y los padres deben mantenerse firmes en su educación. El respeto de uno hacia
el otro es la base para que todo funcione.
- La falta de límites y de
disciplina no hace feliz a los niños ni a sus padres.
- Para que el 'no' no sea la palabra más
escuchada por los niños en su día a día, lo mejor es que los padres
proporcionen a sus hijos un entorno seguro en el que puedan explorar,
investigar y circular, sin riesgos.
- Cuando un niño de un
añito hace algo que pueda representar riesgos para él, es más aconsejable que
los padres le digan 'no toques' o '', que además de eso explicarle el porque no debe hacerlo. A esta edad, los
niños no comprenden explicaciones demasiado largas. Puede que los padres
pierdan la atención de su hijo en la cuarta o quinta palabra.
- Es muy
importante que los padres sean perseverantes a la hora de aplicar límites y
disciplina a los hijos. Si el niño no debe subir en la silla, el 'no suba' debe
ser aplicado por toda la familia.
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